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Iglesia de Santa María de los Remedios

Iglesia de estilo Barroco alzada en el siglo XVI (1538)y, aunque muy reformada, aún conserva la cabecera original. Sus muros son de mampostería. Los restos más antiguos que se conservan están compuestos, además de por la cabecera, por un alfarje (techo con madera) mudéjar incompleto que cubre la capilla mayor y por un arco triunfal de medio punto, construido con grandes dovelas de granito y que sirve para dividir la capilla mayor del cuerpo de la iglesia”.

Al igual que muchos de los templos de la zona, fue saqueado durante la Guerra Civil, momento en el que perdió el retablo del presbiterio.

LavaderoAdemás de ser un espacio de utilidad pública, el lavadero era un espacio fundamental en las relaciones sociales, puesto que era el lugar de encuentro de los vecinos. En la actualidad, el lavadero alberga dos casas vacacionales, donde se ha intentado mantener al máximo la estructura interna del mismo, preservando así otra de las señas de identidad cultural del municipio.

Potro de Herrar

Potro de HerrarConstrucción típica de los municipios de la Sierra Norte cuyo origen data de la Edad Media.
El potro era utilizado por los vecinos para inmovilizar al ganado de labor para herrarlos y practicar determinadas curas más cómodamente y sin peligro. El animal se colocaba dentro del potro, entre los pilares de piedra que estaban clavados en el suelo y se le ataba con cinchas de cuero. Las patas dobladas del animal se apoyaban en piedras de menor tamaño y la cabeza se sujetaba al ubio (yugo de madera) con lo que se le inmovilizaba y se facilitaba el herraje.

Se compone de los siguientes elementos:

  • Pilares de piedra clavados firmemente en el suelo con otras piedras de menor tamaño
  • Yugo de madera
  • Travesaños de madera donde se ataban las cinchas de cuero para inmovilizar al animal

Viviendas tradicionales

Cervera de Buitrago 1928Las viviendas tradicionales se mezclaban con las construcciones agropecuarias (pajares, tinados, corrales, etc).

Las plantas de los edificios eran compactas y cerradas sin patios, en ocasiones anexos a la planta principal (como el horno para el pan, que en ocasiones sobresalía de una de las fachadas con su planta semicircular, o las cortes, donde se guardaba el ganado). Las cubiertas de teja árabe y de paños de gran tamaño con cornisas pequeñas. En general las fachadas se caracterizaban por ser lisas con ventanas pequeñas, grandes puertas y por la ausencia de balcones. El material usado tradicionalmente era la piedra de la zona, concretamente granito y pizarra, con los que se entremezclaba la madera en puertas y ventanas.

En su interior, la cocina ocupaba un lugar privilegiado y era donde se localizaba el horno que, al exterior, adquiere una original forma semicircular a modo de ábside. En la cocina también estaba la lumbre, que servía para calentar la casa y para cocinar. Sobre ella se situaba una gran campana circular de la que colgaban los productos de la matanza (jamones, chorizos, etc) para que se curasen con el humo del fuego